Si quieres disfrutar al máximo la belleza de las flores, que te han regalado, aquí van algunos consejos que te pueden ser útiles a la hora de alargar su vida.
Cuando recibas tu ramo de flores lo primero que has de hacer, como ya sabemos, es ponerlas en un jarrón con agua limpia.
Esta ha de ser la condición número uno para el mantenimiento de la vida de las flores, tener siempre el agua limpia de las mismas, a ser posible, cambiarla a diario, ya que el agua en contacto con el tallo de las flores se pudre y las bacterias aceleran el proceso de descomposición. Por tanto, cambia cuanto te sea posible el agua.
Segundo requisito, es el de cortar un centímetro el tallo de la flor, varias veces durante la vida del ramo. El tallo tiene tendencia a cicatrizar lo que obstaculiza la absorción del agua, y por consiguiente el deterioro de la flor. Corta cada dos días, al cambiar el agua, las ramas, apenas uno o dos centímetros y mejor en ángulo de 45º si es posible.
Por otra parte, no coloques el jarrón con tus flores a pleno sol, ni cerca de una fuente de calor. No les sentará nada bien.
Hay algunos trucos caseros que también pueden ayudar a hacer más longevas a tus flores. La típica aspirina, mejor si es efervescente, da nutrientes a las flores, oxigena el agua y evita la putrefacción.
Otra receta clásica es la de añadir un poco de lejía y una cucharadita de azúcar al agua.
Si en vez de ramo, lo que has recibido es un centro de flores, en ese caso lo único que podrás hacer es ir añadiendo agua al mosi, es decir, la espuma dónde se ensartan las flores. Procura que siempre esté húmeda.
Con estos pequeños consejos podrás disfrutar de tus flores mínimo durante una semana.